Transformación digital en agricultura: llega la época de cosechar productividad

La digitalización lo alcanza todo. Cada vez son menos los sectores y las empresas que, ya sea de manera generalizada o individual, se suman a la transformación digital para mejorar sus procesos y trabajar de forma más eficiente. Conseguir mejores resultados, ser más productivos, ampliar nuestro alcance y, en definitiva, llevar los negocios a otro nivel: eso es lo que consigue la transformación digital en agricultura.

Pese a que todos los sectores están en el punto de mira de la digitalización, la agricultura, durante muchos años, ha vivido de espaldas a los avances tecnológicos. Un ámbito analógico, tradicional, en el que durante décadas y décadas se ha seguido trabajando con la metodología, objetivos y resultados de antaño. Pero que, llegados a este punto, tiene que encontrar una nueva vía para engancharse a los estándares actuales a todos los niveles: funcionamiento interno, servicio a los usuarios y aumento de las ventas.

Líneas de crecimiento

Aplicar tecnología, ERPs a medida y softwares de monitorización y automatización puede ayudar a los responsables de cosechas a beneficiarse a distintos niveles.

  • Más productividad. La tecnología nos ayuda a controlar los datos, detectar patrones, analizar resultados y valorar qué funciona mejor y qué no. Es decir, la transformación digital en agricultura permite a las explotaciones producir más con menor esfuerzo. Aumenta la precisión y el control.
  • Promoción. Cada vez es más frecuente encontrar puestos a pie de campo, venta online de productos frescos y promoción de explotaciones que comercializan de primera mano lo que producen a través de la web gracias a la tecnología. Eso permite a los agricultores no solo percibir mayores ingresos, sino depender de sí mismos.
  • Formación. La agricultura, aunque desde el exterior pueda no parecerlo, avanza a gran ritmo. Nuevas técnicas, herramientas y modelos se abren paso constantemente, por lo que la transformación digital en agricultura es además una oportunidad formativa para que pequeñas explotaciones se mantengan a la vanguardia.
  • Sostenibilidad. Digitalizar una explotación también significa respetar el medio ambiente. Un cultivo bien monitorizado y gestionado es más eficiente, productivo y supone una menor injerencia en la tierra. Gana el productor y gana la producción.

La transformación digital en agricultura es, al igual que en todo el panorama empresarial y productivo, imparable. Solo hay que encontrar las herramientas adecuadas, contar con alianzas estratégicas como ERPs a medida y aprender a base de abrir camino. ¿Necesitas ayuda para emprender tu camino en la digitalización? ¡Consúltanos!

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