Blockchain: un sistema descentralizado como pilar para la digitalización

El proceso de transformación digital global que está experimentando el mundo requiere de soportes tecnológicos y humanos que respalden el crecimiento y le den las herramientas apropiadas para desarrollarse en la dirección correcta. Tras la llegada de internet y la revolución que ha supuesto, el próximo gran progreso es todavía una incógnita para muchas personas, pero supondrá una nueva manera de gestionar y entender infinidad de procesos: la tecnología blockchain.

Blockchain es, en esencia, una base de datos global y compartida que puede almacenar información sobre cualquier transacción. La llamada cadena de bloques es una tecnología que actúa como un registro a gran escala en el que la información se guarda y se cifra de manera que no pueda ser alterada una vez forma parte de la cadena.

Esto implica que cualquier transacción, registro o información que entre en blockchain estará almacenado de manera descentralizada e inalterable, permitiendo una trazabilidad y transparencia que ayudará a evitar infinidad de fraudes, a agilizar procesos evitando intermediarios y a acceder a información fiable guardad por toda una red de servidores.

Esta cadena de bloques tiene una cantidad de aplicaciones prácticamente infinita: básicamente, cualquier persona que busque almacenar una información que no quiera que se altere puede recurrir a la cadena de bloques para asegurarse la trazabilidad de los datos y aislarla de pirateos o modificaciones unilaterales. Desde notas académicas hasta contratos de compraventa, trazabilidad logística o todo tipo de transacciones pueden quedar registradas evitando falsificaciones y confusiones, haciendo el proceso más fiable y seguro.

Transformación digital de la mano de blockchain

Recurrir a blockchain para estas gestiones, aunque hoy en día todavía se ve como algo futuro, es una práctica que muy pronto formará parte del día a día de las personas. Desde las transacciones bancarias y financieras hasta acuerdos entre particulares, información sensible o datos importantes, contar con un registro descentralizado asegura un respaldo ante ataques, ya que, aunque algún servidor cayese o sufriese daños, otros muchos darían apoyo tecnológico para evitar que la información se perdiese.

La aplicación más famosa de la cadena de bloques ahora mismo es el soporte tecnológico a las criptodivisas y sus transacciones. En el futuro, esta tecnología se verá no solo como parte de un nicho en el que solo se mueven quienes operan con bitcoins y otras divisas digitales, sino como una mera herramienta práctica que utilizar en el día a día como pilar fundamental de una transformación digital que en el futuro ya no será revolución: será norma.

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