Cómo esquivar los frenos a la digitalización de las empresas

Muchas empresas que tratan de emprender el camino de la transformación digital se encuentran, durante este proceso, con determinados frenos a la digitalización que dificultan sus avances. Motivos de peso económico, legislativo, social y tecnológico dificultan a ciertas empresas sus avances en busca de un presente y un futuro con unos procesos más ágiles, con un mejor servicio a sus usuarios y con unos métodos de trabajo más acordes con los tiempos actuales.

Los frenos a la digitalización pueden venir de diferentes campos. Estos son algunos de los que muchas empresas se encuentran en el día a día.

  • Formación de los empleados. Es el gran reto. La inmensa mayoría de empresas y estudios coinciden en que la formación de los trabajadores es el aspecto fundamental para poder emprender la transformación digital. De nada sirve disponer de una tecnología punta y unos sistemas avanzados si quien tiene que ponerlo todo en marcha, la plantilla, no está preparada. Y eso, por supuesto, incluye a la directiva: o se forman en digitalización, o mejor que deleguen este proceso en especialistas.
  • Inversión. Digitalizarse, como es lógico, supone una inversión. Adquirir nuevas tecnologías tiene un coste y formar a los empleados también lo tiene. Es necesario que cada empresa disponga de un plan propio que equilibre necesidades y recursos para valorar si la digitalización tiene que realizarse progresivamente, por fases o marcando un punto de inflexión.
  • Pocas empresas hoy en día pueden permitirse el lujo de trabajar con un ritmo bajo. Las fechas límite ajustadas, el día a día frenético, las entregas… La mayoría de trabajadores de la mayoría de sectores vive su jornada con intensidad y poco margen para la relajación, por lo que sacar tiempo para la formación es todo un reto. Para ello, nada como planificarse con tiempo, reservar un rato cada día y destinarlo a formarse.
  • Aunque no suelen suponer un problema en sí, ciertas modificaciones legislativas obligan a muchas empresas a adaptar su funcionamiento para asegurar el cumplimiento normativo. Por ejemplo, la reciente actualización en materia de privacidad y protección de datos hizo que muchas empresas tuvieran que cambiar su día a día y métodos de gestión para evitar las sanciones que implica saltarse la ley.
  • La falta de flexibilidad es uno de los grandes frenos a la digitalización. Esta transformación implica que los usuarios pueden, con el móvil y desde el sofá, hacer prácticamente cualquier gestión, compra o consulta que necesiten, ya sea con tiendas, bancos o instituciones. Si la tecnología permite eso a los usuarios, ¿por qué no hacer extensible la flexibilidad a los trabajadores? El trabajo en remoto ha demostrado ser un aliciente para la productividad y satisfacción de muchos empleados, además de un gran recurso para adaptar la jornada en momentos puntuales.

La transformación digital requiere no solo de nuevos ordenadores y softwares, sino de un largo camino de formación y acompañamiento por parte de expertos. En Miboo somos expertos en digitalización, y nuestros ERPs ayudan a que cada día multitud de empresas puedan funcionar de forma más ágil y eficiente. ¿Hablamos?

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